Farmacología psicología

VALORACIÓN DE LA ACTIVIDAD ANSIOLÍTICA

MODELOS ANIMALES DE ANSIEDAD

 
Además del componente subjetivo (emocional) de la ansiedad humana, existen efectos psicológicos y conductuales valorables que se registran también en animales de experimentación. En términos biológicos, la ansiedad induce una forma particular de inhibición conductual que se produce en respuesta a nuevos episodios ambientales que suponen amenaza o dolor. En los animales, esta inhibición conductual puede adoptar la forma de inmovilidad o de supresión de una respuesta conductual, como presionar una palanca para obtener comida.
Una rata colocada en un medio que no le es familiar responde normalmente permaneciendo inmóvil, aunque alerta (supresión conductual), durante un tiempo, actitud que puede representar la «ansiedad» producida por el medio extraño. Esta inmovilidad se reduce si se administran fármacos ansiolíticos.
El «laberinto elevado en cruz» es un modelo de prueba ampliamente utilizado. Dos brazos de la cruz horizontal elevada están cerrados y los otros dos están abiertos. Normalmente, las ratas pasan la mayor parte del tiempo en las ramas cerradas y evitan los brazos abiertos (posiblemente por miedo a caer fuera o a ser atacadas). La administración de fármacos ansiolíticos incrementa el tiempo que permanecen las ratas en los brazos abiertos y también incrementa el número de entradas realizadas al brazo abierto, pero sin un incremento de la actividad motora.

También pueden utilizarse pruebas de conflicto. Por ejemplo, una rata entrenada para presionar una palanca repetidas veces con la finalidad de obtener una bolita de alimento alcanza, normalmente, un índice de respuesta elevado y mantenido.
A continuación, se introduce un elemento de conflicto: a intervalos, indicados por una señal sonora, la presión de la palanca da lugar a un «castigo» ocasional en forma de descarga eléctrica, además de la recompensa de la bolita de alimento.
Normalmente, la rata deja de presionar la palanca (inhibición conductual) cuando oye la señal, y así evita la descarga. El efecto de un fármaco ansiolítico consiste en aminorar este efecto supresor, de modo que las ratas siguen presionando la palanca para obtener la recompensa, a pesar del «castigo».

Otros tipos de fármacos psicotrópicos no son eficaces, y tampoco lo son los fármacos analgésicos. Otros experimentos confirman que los fármacos ansiolíticos afectan al nivel de inhibición conductual producido por la «situación de conflicto», en lugar de simplemente elevar el umbral del dolor.
Algunos de estos modelos de «ansiedad» pueden servir para valorar el miedo más que la ansiedad general que se produce en el hombre en ausencia de estímulos específicos. Para desarrollar nuevos fármacos ansiolíticos, es importante disponer de pruebas en animales que proporcionen unas buenas directrices sobre la eficacia en el hombre, habiéndose realizado un gran esfuerzo en el campo del desarrollo y validación de tales pruebas (v. Ramos, 2008).
 
 

PRUEBAS EN HUMANOS

 
Se han ideado diversas pruebas subjetivas de medición de la ansiedad sobre la base de cuestionarios estándar ofrecidos al paciente. Las reacciones cutáneas galvánicas, que constituyen una medición de la secreción de sudor, también se utilizan para realizar el seguimiento de la ansiedad. Se han desarrollado, asimismo, pruebas neuropsicológicas para estudiar las tendencias emocionales y de atención asociadas a respuestas a palabras y caras que expresan emociones. En muchos sujetos, es posible inducir una experiencia similar a una crisis de angustia si se les hace respirar niveles altos de CO2 (en general, inspiración prolongada de CO2 al 7,5% o una sola inhalación de CO2 al 35%).
Estas pruebas han confirmado la eficacia de numerosos fármacos ansiolíticos, aunque el tratamiento con placebo también produce a menudo respuestas muy significativas.
Una versión para humanos de la prueba de conflicto anteriormente descrita supone la sustitución de las bolas de alimento por monedas y el uso de descargas eléctricas graduadas como castigo. Como ocurre con las ratas, la administración de diacepam incrementa el índice de accionamiento de la palanca para la obtención de monedas durante períodos en los que el castigo estaba en funcionamiento, aunque los sujetos no refirieron variación alguna en el carácter doloroso de la descarga eléctrica.