RESUMEN
Antecedentes
El dolor es un trastorno común de la niñez y la adolescencia en todo el mundo, y para muchos jóvenes, se trata de un dolor de tipo crónico. En las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los tratamientos farmacológicos del dolor persistente en niños se reconoce que el dolor en este grupo etario es un problema de gran interés y significación para la salud pública en la mayoría de los países del mundo. Los criterios sobre el dolor en niños han cambiado con el transcurso del tiempo y en la actualidad su alivio se considera importante. En el pasado, el dolor se desestimaba en la mayoría de los casos y con frecuencia no se trataba. Se suponía que el niño se olvidaba rápidamente del cuadro de dolor.
Se diseñó una serie de siete revisiones sobre dolor crónico no relacionado con el cáncer y dolor por cáncer (en que se estudiaron antidepresivos, antiepilépticos, antiinflamatorios no esteroideos, opiáceos y paracetamol) para examinar la evidencia sobre el dolor en niños mediante el uso de intervenciones farmacológicas.
Como se trata de una de las causas más importantes de mortalidad y morbilidad en niños y adolescentes del mundo actual, el cáncer infantil (y el dolor asociado) es un problema de salud significativo. El dolor por cáncer en lactantes, niños y adolescentes es principalmente de tipo nociceptivo, con efectos negativos a largo plazo. Por lo general, el dolor relacionado con el cáncer se origina directamente en el tumor, por compresión de un nervio o inflamación de los órganos. El dolor relacionado con el cáncer en general resulta de procedimientos perioperatorios, daño nervioso causado por radio o quimioterapia, o mucositis. Sin embargo, esta revisión se centró en el dolor causado directamente por el tumor, como la infiltración nerviosa, la compresión nerviosa externa y otros procesos inflamatorios.
Los opiáceos se usan en todo el mundo para el tratamiento del dolor. Los opiáceos actualmente disponibles son: la buprenorfina, la codeína, el fentanilo, la hidromorfona, la metadona, la morfina, la oxicodona y el tramadol. Por lo general, los opiáceos están disponibles en ámbitos sanitarios de países más desarrollados pero el acceso puede estar restringido en los países en desarrollo. Para conseguir una analgesia suficiente en niños mediante el uso de opiáceos, con un nivel aceptable de efectos adversos, el método recomendado es comenzar con una dosis baja, que se ajusta gradualmente para alcanzar el efecto o hasta que aparezcan efectos adversos inaceptables en el paciente.
RESUMEN EN TÉRMINOS SENCILLOS
Opiáceos para el dolor relacionado con el cáncer en niños y adolescentes
Conclusión
No existe evidencia de ensayos controlados aleatorios que apoye ni refute la indicación de que los opiáceos en cualquier dosis disminuyen el dolor por cáncer en niños o adolescentes.
Antecedentes
El cáncer infantil es una de las principales causas de enfermedad y muerte en niños y adolescentes del mundo actual. El dolor asociado es un importante problema de salud, y en la actualidad no se sabe de la existencia de datos específicos sobre niños. En general, el dolor por cáncer se origina directamente en el tumor por compresión nerviosa o inflamación de órganos, lo que puede ser muy angustiante.
Los opiáceos se usan en todo el mundo para el tratamiento del dolor. Por lo general, los opiáceos están disponibles en ámbitos sanitarios de países más desarrollados pero el acceso puede estar restringido en los países en desarrollo. Por ejemplo, los opiáceos actualmente disponibles son: la buprenorfina, la codeína, el fentanilo, la hidromorfona, la metadona, la morfina, la oxicodona y el tramadol. Los opiáceos se usan en dosis variables y se administran comúnmente mediante inyección o en comprimidos orales.
Resultados clave
En febrero de 2017, se buscaron ensayos clínicos en que se usaron opiáceos para el tratamiento del dolor por cáncer en pacientes desde el nacimiento hasta los 17 años. No se encontraron estudios que cumplieran los requerimientos para esta revisión. Varios estudios usaron opiáceos en pacientes adultos con dolor por cáncer, pero ninguno en participantes desde el nacimiento hasta los 17 años de edad.
Calidad de la evidencia
Se clasificó la calidad de la evidencia de los estudios utilizando cuatro niveles: muy baja, baja, moderada, o alta. La evidencia de calidad muy baja significa que no existe mucha seguridad acerca de los resultados. La evidencia de alta calidad significa que existe mucha seguridad en cuanto a los resultados.
Se calificó la calidad de la evidencia como muy baja. Debido a la falta de datos, no existe evidencia de ensayos controlados aleatorios para apoyar ni refutar la indicación de que los opiáceos en cualquier dosis alivian el dolor por cáncer en niños o adolescentes.
ver publicacion completa : http://www.bibliotecacochrane.com/BCPGetDocument.asp?SessionID=%2012128809&DocumentID=CD012564
Autores
Philip J Wiffen, Tess E Cooper, Anna-Karenia Anderson, Andrew L Gray, Marie-Claude Grégoire, Gustaf Ljungman, Boris Zernikow