Pero no solo podemos morir o desarrollar patologías colaterales intentando curarnos con medicamentos prescritos por profesionales médicos para el tratamiento de una enfermedad, sino también intentando mantenernos sanos ingiriendo complementos alimenticios o hierbas adquiridas en herbolarios aparentemente inocuos.
La FDA estadounidense -la Administración de Alimentos y Medicamentos- lanzó una alerta en 2017 sobre el riesgo de tomar complementos dietéticos porque, aunque parezcan inocuos, contienen ingredientes activos que tienen fuertes efectos biológicos en el cuerpo. Insiste sobretodo en que el mayor riesgo está en combinar diferentes suplementos, en ingerir complementos al mismo tiempo que medicamentos o en sustituir los medicamentos recetados por suplementos sin prescripción médica. No es baladí. En Norteamérica 2,2 millones de personas fueron ingresadas en 2017 por estos motivos.
Suplementos dietéticos comunes como el calcio, la canela, la echinacea, el ginseng, la hierba de San Juan, la vitamina D e incluso el té verde, entre otros muchos, pueden resultar nocivos e incluso mortales si sus principios activos interactúan mal o interfieren con los de otros suplementos o los de los tratamientos prescritos al paciente.
La farmacogenómica estudia la respuesta a los diferentes principios activos de los fármacos en diferentes individuos según su capacidad metabólica y unida a las nuevas tecnologías, se ha convertido en la innovación por excelencia para evitar no solo las patologías añadidas o las muertes de los pacientes, sino también el enorme coste sanitario que supone los reingresos de los enfermos por las “contraindicaciones”. Es el “icono” de la medicina de precisión personalizada.
La buena noticia es que con una simple prueba genética el paciente, sobretodo el polimedicado, puede saber si los compuestos activos que toma son compatibles entre sí y está prescrito en las dosis adecuadas según su capacidad metabólica; la mala, que la Sanidad Pública no contempla todavía esta prueba.
“Las enfermeras ya no tienen que estar jugando al ensayo error para informar al médico de cómo le va al paciente un medicamento u otro y, sobretodo, los pacientes no corren ningún riesgo por lo que toman”, insiste Ana Sabater. En esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/Tv nos habla, con ejemplos muy explícitos, sobre la importancia de personalizar los tratamientos médicos. ¡Escuchen!Hemos hablado con Ana Sabater, directora asociada de los laboratorios Eugenomic. Su empresa lleva más de ocho años desarrollando un sistema informático que se ha convertido en una de las herramientas de salud más valoradas en las clínicas del bienestar o residencias de mayores de nivel, donde, siempre bajo prescripción médica, el paciente o cliente se realiza una prueba genética según sus patologías y las medicaciones que llevan en el momento de su ingreso.
Gema Castellano
@GemaCastellano