Hoy, más de uno de cada dos adultos y casi uno de cada seis niños tienen sobrepeso u obesidad en el área de la OCDE. La epidemia de obesidad se ha extendido aún más en los últimos cinco años, aunque a un ritmo más lento que antes. A pesar de ello, las nuevas proyecciones muestran un continuo aumento de la obesidad en todos los países estudiados. Las disparidades sociales en la obesidad persisten y han aumentado en algunos países. En los países de la OCDE se observa una variación casi diez veces mayor en las tasas de obesidad y sobrepeso. En los últimos años, han surgido nuevas estrategias políticas para combatir la obesidad. Esta actualización de la obesidad se centra en una selección de aquellas, específicamente en las políticas de comunicación dirigidas a combatir la obesidad, en particular mediante la mejora de la información nutricional que aparecen en las etiquetas de los alimentos, utilizando medios sociales y nuevos para sensibilizar a la población o regulando la comercialización de productos alimenticios. Una mejor comunicación ayuda a las personas a tomar decisiones más saludables. Sin embargo, se necesitan paquetes de políticas integrales, que incluyan no sólo la comunicación, sino también políticas regulatorias y fiscales más amplias, para combatir eficazmente la obesidad.
Uno de cada cinco adultos es obeso en los países de la OCDE
En la OCDE, el 19,5% de la población adulta era obeso. Esta tasa oscila entre menos del 6% en Corea y Japón y más del 30% en Hungría, Nueva Zelanda, México y Estados Unidos. Más de uno de cada cuatro adultos es obeso en Australia, Canadá, Chile, Sudáfrica y el Reino Unido. Las tasas de sobrepeso y obesidad han crecido rápidamente en Inglaterra, México y Estados Unidos desde los años noventa, mientras que el aumento ha sido más lento en los otros siete países de la OCDE para los cuales se dispone de datos de tendencias. Durante el último decenio, la tasa de prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado en Canadá, Francia, México, Suiza y Estados Unidos, mientras que se ha estabilizado en Inglaterra, Italia, Corea y España. No hay, sin embargo, ningún signo claro de reducción de la epidemia, en ningún país.
Aumento de las tasas de sobrepeso (incluyendo la obesidad) en adultos de 15 a 74 años
Reporte de obesidad en niños de 15 años
Obesidad en niños de 3 a 17 años
Tasas de obesidad estimada para 2030
Las proyecciones de la OCDE muestran un aumento constante en las tasas de obesidad hasta al menos 2030 (Figura 5). Se espera que los niveles de obesidad sean particularmente altos en los Estados Unidos, México e Inglaterra, donde se prevé que el 47%, 39% y 35% de la población, respectivamente, sean obesos en 2030. Por el contrario, se espera que el aumento sea más débil en Italia y Corea, con tasas de obesidad proyectadas en 13% y 9% en 2030, respectivamente. El nivel de obesidad en Francia se proyecta casi igual al de España, con un 21% en 2030. Se prevé que las tasas de obesidad aumenten a un ritmo más rápido en Corea y Suiza, donde las tasas han sido históricamente bajas.
Las desigualdades en obesidad y sobrepeso están creciendo
En la mayoría de los países, las mujeres son más obesas que los hombres; sin embargo, en la mayoría de los países de la OCDE para los que se dispone de datos, la obesidad masculina ha crecido más rápidamente. Las mujeres con menos educación tienen entre dos y tres veces más probabilidades de tener sobrepeso que aquellas con un nivel de educación más alto en aproximadamente la mitad de los ocho países para los que se dispone de datos.
Las disparidades son más pequeñas para los hombres, aunque están creciendo. Las desigualdades han aumentado en Italia, España, Corea e Inglaterra entre 2010 y 2014, tanto para hombres como para mujeres. Se han reducido para ambos géneros en Canadá, y para los hombres sólo en Francia y Hungría. La obesidad ha aumentado más rápidamente en los hombres menos educados y en las mujeres de educación media, en la mayoría de los países. Sin embargo, en los Estados Unidos, las tasas han aumentado más rápidamente entre las personas más altas. La educación y los antecedentes socioeconómicos afectan la obesidad. Recíprocamente, la obesidad daña los resultados del mercado de trabajo que, a su vez, contribuyen a reforzar las desigualdades sociales existentes (Devaux y Sassi, 2015). Las personas obesas tienen peores perspectivas de empleo que las personas de peso normal, tienen menos probabilidades de estar empleadas y tienen más dificultades para volver a entrar en el mercado de trabajo (OCDE / UE, 2016). Las personas obesas son menos productivas en el trabajo debido a más días de enfermedad y menos horas trabajadas, y ganan un 10% menos que las personas no obesas. Abordar la obesidad y los resultados negativos asociados con el mercado de trabajo ayudaría a romper el círculo vicioso de las desigualdades sociales y sanitarias.
Indice de obesidad en America
El conjunto de países de la OCDE han puesto en marcha políticas diseñadas para abordar el tema de la obesidad, la mayoría centradas en la información y comunicación, no se habla de abordar el problema de un modo más significativo, como por ejemplo introducir la asignatura de nutrición en las escuelas, subvencionar los alimentos saludables, legislar obligando a que la industria alimentaria reformule sus productos de forma que sea significativa la reducción de azúcar, grasas o sal…
El pasado mes de abril conocíamos un informe de la organización Consumer Goods Forum (CGF), destacando que en el año 2016 se reformularon 180.000 productos para reducir el contenido en azúcar y sal, aunque no se indicaba qué cantidades se habían reducido. Como ya explicamos aquí, si un producto contiene casi un 57% de azúcar y se aplica una reducción del 5% ya se incluye en este listado, pero la reducción no sirve de nada ya que apenas varía el contenido en azúcar. Si estas son las iniciativas que se deben esperar por parte de la industria, es probable que las previsiones de la OCDE se cumplan.