La fuente primaria de los reportes son los médicos alertas y responsables; otras fuentes potencialmente útiles son farmacéuticos, enfermeras y estudiantes en estas disciplinas. Además, los comités de farmacia y de terapéutica en los hospitales y los comités para aseguramiento de la calidad con frecuencia se encargan de vigilar las reacciones medicamentosas adversas en pacientes hospitalizados y los reportes de estos comités deben ser enviados a la FDA.