Este trabajo parte de la constatación del carácter central que en la reconocimiento adorniano de lo estético tiene la rehabilitación de su vínculo al conocimiento y a la verdad. Se reconstruye así la crítica de Adorno a la teoría estética kantiana desde su rechazo de la separación que Kant estableció entre el ámbito estético y el epistemológico. Esta crítica, que acusa a la estética kantiana de subjetivista, se retrotrae finalmente a la insatisfacción de Adorno respecto al enfoque trascendental, en tanto que no dialéctico. En este punto deviene patente la necesidad de determinar la especificidad de su propia comprensión de lo estético y de la dialéctica. Sorprendentemente se descubre entonces una inesperada cercanía entre su posición y la de la misma estética kantiana que permite reconocer en ésta última ciertos rasgos que desbordan el propio sistema crítico hacia el planteamiento adorniano.
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