Les invito a tener la vocación por querer contar con un mundo que pueda tener más recursos válidos para conocer su entorno.
Ofrecer una alternativa racional a las afirmaciones pseudocientíficas, así de este modo canalizar nuestra preocupación por realizar un aporte al bien comunitario. Consideremos que al promover una actitud crítica, científica y reflexiva acerca de los problemas cotidianos nos ayudará a tener un contexto más confiable para tomar decisiones, lo que nos beneficiará a todos.
Diariamente nos enteramos de fraudes y abusos que atentan a la credulidad pública y a la economía de las personas. Muchos de esos abusos son fáciles de refutar y hasta parece una tarea pueril, como el caso del tarot o las “pulseras magnéticas”, sin embargo, atraen la atención de muchos ingenuos que se dejan engañar.
https://www.youtube.com/watch?v=UHQF5RhlUYA
Otros fraudes tienen un contexto de apariencia científica y hasta son explotados por profesionales, como la homeopatía y el creacionismo “científico”. Unos y otros abusos son igualmente dañinos al momento de adecuar a las personas ingenuas, o que tuvieron poca posibilidad de acceder a la educación, pero grandes posibilidades de familiarizarse con el pensamiento mágico.
Estimular y promover el interés por el pensamiento científico tal vez sea uno de los objetivos más necesarios para cambiar la situación actual.